¿Siente que cada vez es más complejo aprovechar las ofertas y promociones de los supermercados? Entre la comunicación -a veces confusa- de las compañías y la distorsión de precios generada por el contexto inflacionario, la tarea de cuidar el bolsillo puede volverse todo un desafío. En este artículo comparto algunos consejos para detectar posibles “trampas” y sacar el mayor provecho a la hora de “llenar el carrito” .
Tomar las mejores decisiones de compra, y ahorrar, es un verdadero trabajo. No hay atajos si queremos cuidar nuestro bolsillo. La dificultad se acentúa por la alta inflación reinante en Argentina, que distorsiona los precios de referencia, que son nuestra brújula para saber qué es caro y qué barato. Además, la intensa actividad de ofertas y promociones que caracteriza a los supermercados, nos sumerge en una marea de números y porcentajes capaz de confundir hasta a un profesor de matemática.
Lo fundamental es investigar antes de comprar. Es sencillo decirlo, aunque no tanto realizarlo. La dificultad es que investigar es costoso, y no me refiero solo a dinero, sino también a la inversión de tiempo, traslados y esfuerzo mental que se requiere. La calculadora que todos tenemos en nuestro teléfono celular es una gran aliada cuando salimos de compras. También las consultas de precios por internet, previas a la visita al supermercado, nos pueden actualizar acerca de los precios de referencia que deberemos considerar.
¿Quiere ahorrar verdaderamente? Entonces, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Traducir siempre las promociones por cantidad a precio neto por unidad.
Las comunicaciones de precios están pensadas para tentar al consumidor, aunque no siempre se expresan de manera clara y directa. Entonces hay que realizar los cálculos para determinar el verdadero impacto en el precio que terminaremos pagando por unidad.
Por ejemplo, ¿qué es más conveniente una promoción 3×2 o el 60% de descuento en la segunda unidad? Si no tenemos problemas en llevar tres unidades, la promoción 3×2 es más conveniente. Representa un descuento efectivo del 33,33% por unidad, mientras que la segunda promoción se traduce en un 30% de descuento.
Hay que realizar los cálculos para determinar el verdadero impacto en el precio que terminaremos pagando por unidad.
- Comparar todos los precios por unidad de medida (kilos, litros, metros, etc)
Es frecuente que las marcas tengan muchas variantes de envases e inclusive en momentos de crisis algunas empresas optan por reducir los tamaños de sus presentaciones. La cartelería donde se indica el precio por unidad de medida es de gran ayuda, pero cuando este dato no aparece, no queda otro camino que hacer el cálculo. Siempre es conveniente comparar precio por kilo, litro, metro, o la unidad de medida que corresponda al producto que estamos llevando.
Siempre es conveniente comparar precio por kilo, litro, metro, o la unidad de medida que corresponda al producto que estamos llevando.
- Leer con detenimiento la letra chica de las ofertas y promociones
Deben tenerse en cuenta las restricciones y el alcance de los descuentos y promociones. En ocasiones los descuentos sólo aplican a ciertas variedades de producto, o en determinadas sucursales o bien existe un límite en la cantidad de compra. También existen ciertas marcas y categorías de productos, que se excluyen siempre de los descuentos, aún en las promociones generales del supermercado.
Deben tenerse en cuenta las restricciones y el alcance de los descuentos y promociones.
- Verificar si las promociones son acumulativas o no.
Los artículos de programas de control de precios del gobierno (por ej. Precios Cuidados o Precios Esenciales) y las ofertas puntuales que aplican a determinados productos, no suelen acumularse con las promociones generales del supermercado, como por ejemplo los descuentos por pagar con una determinada tarjeta o descuentos por pertenecer a un cierto grupo de clientes (jubilados, empleados públicos, etc.). En ocasiones llevamos un producto que está anunciado con descuento especial, pero como está excluido de la promoción general del comercio, termina siendo más caro que otros.
En ocasiones llevamos un producto que está anunciado con descuento especial, pero como está excluido de ciertas promociones, termina siendo más caro que otros.
- Analizar fecha de vencimiento y consumo esperado, en las compras por cantidad
Además de evaluar el precio neto, es importante pensar en el uso que se dará a los productos. En ocasiones comprar más cantidad que la necesaria, implica “costos ocultos”, como por ejemplo el vencimiento de artículos que son perecederos, o bien terminamos almacenando cosas a las que nunca se les dará utilidad alguna. También, comprar aprovechando promociones, en ocasiones implica abastecernos para el consumo de “varios años”, lo que reduce el dinero disponible para necesidades más inmediatas.
Además de evaluar el precio neto, es importante pensar en el horizonte de uso de los productos, debido a su vencimiento y nuestro consumo habitual.
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