1. El precio es la variable con más impacto en el resultado de su negocio

 

  • Supongamos que decide incrementar 1% el precio promedio de sus productos o servicios. Dado que se trata de un leve movimiento, asumamos que no cambian las cantidades vendidas. ¿Cuál sería el impacto en la utilidad?

 

  • Tomando el ejemplo de una empresa que factura 50 millones de dólares por año y tiene una utilidad neta del 10%, entonces, este leve incremento significa: medio millón de dólares adicionales de utilidad, o lo que es lo mismo un 10% de crecimiento en su utilidad neta. Nada mal, para un leve ajuste de precios.

 

2. Es el momento indicado para replantear precios

 

  • Los incrementos de costos de materias primas, logística y la inflación a nivel global, en algunos casos con efecto recargado a nivel local, hacen necesario pensar en trasladar este impacto a los precios.

 

  • Esta situación, de amplio conocimiento público, nos abre la puerta, y es más, nos pone una alfombra roja, para hablar de precios con nuestros clientes, sin que signifique una conversación forzada o fuera de lugar.

 

  • Aprovechar en forma inteligente este momento, nos permite no solo realizar incrementos de precios para recuperar el impacto de los mayores costos, sino también aprovechar oportunidades de ir por “algo más”, y así mejorar la rentabilidad de la empresa.

 

  1. Si su propuesta tiene un valor superior, debería cobrarlo

 

  • Si tenemos una calidad superior, si nuestro servicio es de otro nivel, si resolvemos los desafíos de nuestros clientes mejor que las restantes alternativas, en todos estos casos, el precio debería permitirnos capturar el valor superior que estamos aportando.

 

  • Nadie objetará pagar un precio más caro que los competidores, si entiende que se trata de una solución superior.

 

programas de precios de Ariel Baños

  1. El precio es un indicador de valor

 

  • El temor a perder clientes o la presión de mantenernos competitivos versus otras alternativas, nos obligan con frecuencia a recurrir a descuentos, promociones y ofertas. Esto puede generar un daño en la imagen de nuestra empresa, ya que queda asociada a este tipo de recortes de precios.

 

  • Si su producto o servicio tiene una calidad superior, o si brinda una experiencia al cliente de otro nivel, el precio es un gran aliado para que su cliente lo advierta. Nadie esperaría obtener un valor superior de algo barato o que se anuncia permanentemente con grandes descuentos.

 

  1. Se pueden corregir errores

 

  • Quisiera que nunca cometa errores con sus precios. Pero si esto ocurre, ya que siempre existen riesgos, es más sencillo corregir un precio alto, que uno demasiado bajo.

 

  • Ofertas, descuentos o promociones, siempre en forma focalizada, pueden ayudar a reducir precios, en caso de que algún segmento de clientes quede fuera, luego de los incrementos de precios.

 

  • Es decir que nos podemos equivocar y corregir rápidamente, mitigando los costos del error. En cambio, corregir precios bajos resulta mucho más desafiante, ya que será más difícil convencer a clientes acostumbrados a descuentos agresivos, ofertas generalizadas o promociones permanentes.